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5 UND FEM - SINAI (LANDRACE)


Sinaí: una raza autóctona resilenciosa para cualquier clima
El Sinaí es una cepa autóctona rara y antigua originaria de las escarpadas y áridas montañas de la península del Sinaí. Esta variedad de raza pura ha sido cultivada durante siglos por agricultores locales y tribus beduinas, que han conservado su perfil genético único en el duro pero fértil entorno desértico. A diferencia de los híbridos modernos, el Sinai no se ve afectado por la cría comercial, ofreciendo una experiencia cannábica verdaderamente auténtica directamente desde su hábitat natural.

Esta raza autóctona exhibe dos fenotipos distintos: uno que se estira alto con hojas largas y delgadas, y otro que permanece más corto y tupido con flores densas y recubiertas de resina. Gracias al clima extremo de su origen, Sinai ha desarrollado una resistencia excepcional al calor, la sequía y las plagas, lo que la convierte en una variedad resistente y adaptable, adecuada tanto para el cultivo en interiores como en exteriores.

En su región natal, las plantas de cannabis suelen experimentar dos ciclos de crecimiento al año, ya que las horas de luz del día se mantienen relativamente estables entre estaciones. Sin embargo, debido al intenso clima desértico y la limitada disponibilidad de agua, la mayoría de los cultivos se cultivan durante los meses más fríos, cuando las plantas pueden florecer sin que el calor extremo del verano obstaculice su desarrollo.

La Sinai es una verdadera expresión de la genética autóctona pura, que proporciona un subidón rico y complejo que no ha cambiado durante generaciones. Los efectos comienzan con un subidón lúcido y edificante, llenando la mente de euforia, creatividad y una mayor sensación de conciencia. A medida que avanza el subidón, se produce una profunda relajación física, que relaja suavemente los músculos y calma los nervios, sin provocar una sedación total.

A diferencia de muchos híbridos modernos que se inclinan fuertemente hacia la sedación o la estimulación, el Sinaí ofrece un equilibrio armonioso de energía cerebral y tranquilidad física. Es ideal para la reflexión espiritual, la conversación profunda o simplemente para relajarse sin sentirse completamente inmovilizado.

Esta experiencia única y con cuerpo hace que el Sinai sea la opción perfecta para aquellos que aprecian el cannabis por sus efectos tradicionales y naturales: mejorar la meditación, la exploración al aire libre o simplemente relajarse en un estado mental tranquilo.

El aroma y el sabor del Sinaí son un reflejo directo de su entorno accidentado y bañado por el sol. Los cogollos exudan una fragancia terrosa y herbal, con sutiles notas de especias, madera y flores silvestres. Cuando se fuma o vapea, emerge un trasfondo profundo y a hachís, que recuerda al cannabis tradicional cultivado en Oriente Medio y el norte de África.

Al inhalar, los sabores cálidos y ligeramente picantes cubren la lengua, seguidos de un final suave, casi como el incienso, al exhalar. El rico perfil de terpenos natural de Sinai ofrece una experiencia de fumada atemporal, libre del sabor afrutado artificial de los híbridos modernos, perfecta para aquellos que buscan un auténtico sabor a cannabis del viejo mundo.

Cultivando el Sinaí
Sinai es altamente adaptable y prospera en una amplia gama de entornos, desde regiones cálidas y áridas hasta configuraciones interiores controladas. Gracias a su fuerte resistencia natural a la sequía y a las plagas, esta cepa es una excelente opción para el cultivo exterior en climas cálidos.

En interior, el Sinaí alcanza una altura manejable de 140-180 cm, produciendo flores densas y resinosas con un tono verde dorado. Los cultivadores pueden esperar cosechas de hasta 550g/m², y las plantas responden bien a las técnicas SCROG (Screen of Green) y SOG (Sea of Green). Esta variedad florece tanto en suelo como en instalaciones hidropónicas, y se beneficia de una ligera defoliación para maximizar la exposición a la luz y el flujo de aire.

Al aire libre, el Sinaí crece más alto y vigoroso, alcanzando alturas de hasta 3 metros, dependiendo de las condiciones. Con acceso a temperaturas cálidas y suelo rico en nutrientes, los rendimientos pueden superar 1 kg por planta, produciendo colas largas y aireadas cubiertas de tricomas. Su ciclo de floración dura aproximadamente 10-12 semanas, y las cosechas al aire libre suelen estar listas entre finales de octubre y principios de noviembre.

Esta cepa también es conocida por su capacidad natural para cambiar de color: a medida que las temperaturas bajan hacia el final de la temporada de crecimiento, pueden surgir tonos púrpuras intensos, lo que hace que el Sinai sea tan visualmente impresionante como potente.

El Sinai es más que una cepa recreativa: se ha utilizado durante siglos como un remedio natural para el estrés, la ansiedad y el malestar físico. Sus efectos equilibrados la convierten en una excelente cepa diurna o nocturna, lo que permite a los usuarios mantenerse funcionales mientras disfrutan de la relajación de todo el cuerpo.

Esta variedad autóctona es una joya rara, una pieza de la historia del cannabis que permite a los consumidores modernos experimentar la planta en su forma más pura e inalterada.

La Sinai es una opción imprescindible para los conocedores del cannabis, los coleccionistas de variedades autóctonas y cualquier persona que valore la genética auténtica y naturalmente potente. Con su crecimiento resistente, sus efectos únicos y su rico trasfondo histórico, esta cepa captura la esencia misma del cultivo tradicional de cannabis.

Tanto si eres un cultivador que busca una variedad autóctona resistente y de alto rendimiento como si eres un fumador que busca una experiencia de cannabis pura y sin refinar, Sinai ofrece una oportunidad única de conectar con las raíces de la propia planta de cannabis.

Adéntrate en el pasado y experimenta el poder de una antigua raza autóctona: el Sinaí te está esperando.